enero 13, 2010

ALICITA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS


Alicia se perdía en sus vagos pensamientos, se tomaba uno que otro vodkita y daba vueltas en la habitación vacía, se frustraba, lloraba, se halaba el pelo, no entendía por qué su destino no le deparaba emociones ni hongos de colores ni rodaderos de arcoíris, había cambiado sus perendengues por nada, por pasta fría y tomates que inflan el estomago. Sus viejas oportunidades se fueron esfumando como el humo del chocolate que se quedó servido en el mesón de la cocina, aparecieron extranjeros, ángeles y muñequitos que se robaron una a una sus ilusiones. Se cansó de pensar,
me cansé de pensar,
me cansé de pensar,
me cansé de pensar,
me cansé de pensar.