enero 19, 2015

Y eso has sido tú, algo que resplandece en lo profundo del balde oscuro, lleno de fétidas partes de mí, tú con tu hermosa manera de hipnotizar esos demonios que salen de mi boca, tú y esos ojos verdes que son el azúcar en el más  espeso café que me preparo para no dormir en clase de 6, tú para calmarme, tú para no juzgarme cuando sólo quiero correr lejos, tú alentando mis ganas de jugar, pararme y volver al partido, tú demostrándome que así lo bueno sea muy leve en esta mugre vida, aún algo de la bondad del universo espera por mí al otro lado del teléfono, tú con tu pastel de chocolate paladeado, tú con tus ganas de verme , tú con tus manos tibias y tus medias de rayas amarillas y rojo. Tú para no avergonzarte de lo más horrible de mi pasado, tú para cogerme de la mano, darme un beso y abrazarme cuando más duro llueve, tú para invitarme a desayunar. Algo de mi renace con cada hermoso beso, una parte que dejé botada en el otro lado de la calle, dónde no te podía ver entre tanto músculo y sudado rugbier! Algo de ti en mí desde el día que me dijiste: hermosa nos vamos a ver?  juntos por primera vez ¡!!

buscando canchas con carne

Y si, Y todo acaba como empezó, dos desconocidos separados por pavimento y frío,  y qué pudo ser si siempre en las novelas épicas alguien muere y queda medio corazón destrozado en la tierra... tal vez no sea diferente esta vez, tal vez las ganas de.volar terminan lanzando en picada cualquier objeto gracias a la acción de la gravedad... Definitivamente todo lo que digo se cumple. Estaré destinada sólo a decir cosas positivas para mi vida? O será como me.dijeorn alguna vez del.poder de la palabra? De todas formas uno te ama y otro te deja de amar... ley de la vida... pero hasta cuándo?

enero 13, 2015

Reincidente

3 de la mañana nuevamente...empecé a hacerme nuditos en las arterias esperando que  colapse lentamente pero nada sucede, una pestaña caída, una mala peli y los ronquidos de mi perra. Cierro los ojos pero siento como todo se revuelve, como si agitaran mis entrañas en una botella de compota, leí mis publicaciones anteriores y allí estaba, de nuevo, al acecho, el odio que sentía, la impotencia y su cara al final de mi guante de boxeo, sacudiendose como una caña al viento y recordé porque decidí cambiar de libro, muchas veces me sentí culpable por eso, por huir, por cerrar mis ojos y apuntarle justo en el pecho, en el orgullo, luego recuerdo las docenas de veces que él me disparó a mi, mis litros de sangre esparcidos en las almohadas de la cama y entonces Antonia me dice al oído: ganaste.. y me señala su corazón palpitante ...