El idioma de los riñones

Los riñones también tienen sus sentimientos…. Es cierto, se resienten pero al igual que las personas, cuando deciden hacerse escuchar, pueden hacerte llorar…
No me siento, no me acuesto, no camino, no respiro….seguían y seguían, solo quería escucharlos, pero nunca aprendí su idioma, solo sé el lenguaje de los excesos, debí dedicarme un poco más al lenguaje corporal, al movimiento de las manos, al sonido de los pies, la compás de la respiración, y los sístoles y diástoles del corazón, tarde resultó mi arrepentimiento… ya la luna reinaba en lo alto del cielo, y el sol y la luz del día eran solo recuerdos anhelados en mi conciencia, pero de un momento a otro, me disculpé con mis riñones, un elixir comprimido se prestó como intermediario y cuando de nuevo el sol beso la tierra y se posó en el horizonte ya todo rastro de sufrimiento y dolor, había abandonado mi humanidad, como si hubiesen quitado una astilla incrustada en la piel cerca de una terminación nerviosa, o hubiesen aplicado anestesia a una herida abierta, así, sencillo y rápido mis riñones comprendieron que yo también tenía sentimientos y fueron de nuevo benévolos conmigo y con mis excesos…