noviembre 14, 2007

Diluvia de una manera aterradora, 10 minutos después el Sahara se apodera del asfalto, una hora más tarde un torbellino levanta las tejas mal sujetas de los techos de las casas, y la abuela sigue diciendo que todo es producto de manos diabólicas y que la maldad de la gente provoca devastadores fenómenos climáticos; los niños se ríen y siguen con las bromas. La abuela barre las desgracias con impaciencia cierra la puerta y continúa con los achaques y las quejas.

Timbra el teléfono y su voz está al otro lado de la ciudad esperando por una buena noticia, pero nada sucede!