Mecánicos,
abogados, administradores, cocineros, veterinarios, Antonita sigue esperando
sentada en las escaleras, esas mismas que parecen estar llenas de hojas secas y
pelusas. Yo iba subiendo las escaleras cando me abordó, traté de hacerle
entender que debemos irnos a dormir pero ella nunca entiende, me hizo ponerme
los zapatos y salir a caminar.
Miércoles
Una cerveza, dos, tres, risas, fotos,
bulldogs y cráneos en la mesa, un cigarrito, dos, tres, caminemos bajo el frío,
con mis brogues ya limpitos y mi bufanda lonsdale, hablar sobre feminismo
fariano, aporofobia, el gato, las catástrofes acuíferas, nuestros posgrados,
nuestros hijos peludos, caminemos.
Viernes
Esa costumbre del imaginario, de la versión
vendible, de meterse en lo que uno no tiene la menor idea, pisando con
seguridad, como si el terreno no fuera la arena movediza infestada de alacranes
que en realidad es, esa confianza de ir a la fija, de creerse con certeza de
que se tiene media guerra ganada por puro carisma y derecho propio.
Sábado
Atrás de la escena, se ríe la vida, el
destino y la buena fortuna de nosotros, nos ven como los incautos que somos,
ellos comparten un vinito tibio mientras a carcajadas nos observan caminar al
filito del abismo creyendo que volamos, pobre de nosotros piensan, se ríen,
escupen, vomitan de la risa, ilusos, inexpertos, estúpidos, ignorantes, eso
somos, nada más.
¿Quién iba a pronosticar ese desastre?, se
piensa mientras poco a poco se recoge con cuchara la dignidad, el amor propio,
el corazón, las cenizas, nos lamemos los raspones y nos cosemos, para volver a
meter una bala en el tambor y jugar a la ruletica rusa , voluntariamente,
haciéndonos los güevones, para luego autocompadecernos.
Maricas!