agosto 11, 2019


Uno, no me tomo ni un trago más, entre los reclamos y miradas de "te voy a matar", las resacas acumuladas, las cervezas en la nevera, las luces del parqueadero, las salchipapas mexicanas, las uñitas pintadas.
Aparece depronto «el vete de Italia», que siente haber desaparecido y aparecer así, a la 1 am, de un día cualquiera, desde un número empresarial, cuando ¡ya pa'qué!, cuando ya entregué todo entrañas y huesos en una bolsa negra, cuando ya tengo comprometida hasta la médula con alguien con quien quisiera ser media langosta, me habría ahorrado mucho de todo este drama, mucho de los celos, de la ex, de la inapetencia, de la apatía, de las horas preguntándome por qué no me hace sentir amada.
Me habría quedado con el whisky y GOT, pero de lejos y me habría evitado la fatiga. 
Dos, aparece el mr. wing, Marce y yo nos miramos y nos reímos, ¿pero todos de a manada? Cuando ¡ya pa'qué!
Tres, la media langosta, que no sabe que es la «media langosta» me vuelve a hacer sentir miserable, ¡predecible!.

julio 06, 2019


Mecánicos, abogados, administradores, cocineros, veterinarios, Antonita sigue esperando sentada en las escaleras, esas mismas que parecen estar llenas de hojas secas y pelusas. Yo iba subiendo las escaleras cando me abordó, traté de hacerle entender que debemos irnos a dormir pero ella nunca entiende, me hizo ponerme los zapatos y salir a caminar.

Miércoles
Una cerveza, dos, tres, risas, fotos, bulldogs y cráneos en la mesa, un cigarrito, dos, tres, caminemos bajo el frío, con mis brogues ya limpitos y mi bufanda lonsdale, hablar sobre feminismo fariano, aporofobia, el gato, las catástrofes acuíferas, nuestros posgrados, nuestros hijos peludos, caminemos.

Viernes
Esa costumbre del imaginario, de la versión vendible, de meterse en lo que uno no tiene la menor idea, pisando con seguridad, como si el terreno no fuera la arena movediza infestada de alacranes que en realidad es, esa confianza de ir a la fija, de creerse con certeza de que se tiene media guerra ganada por puro carisma y derecho propio.

Sábado
Atrás de la escena, se ríe la vida, el destino y la buena fortuna de nosotros, nos ven como los incautos que somos, ellos comparten un vinito tibio mientras a carcajadas nos observan caminar al filito del abismo creyendo que volamos, pobre de nosotros piensan, se ríen, escupen, vomitan de la risa, ilusos, inexpertos, estúpidos, ignorantes, eso somos, nada más.

¿Quién iba a pronosticar ese desastre?, se piensa mientras poco a poco se recoge con cuchara la dignidad, el amor propio, el corazón, las cenizas, nos lamemos los raspones y nos cosemos, para volver a meter una bala en el tambor y jugar a la ruletica rusa , voluntariamente, haciéndonos los güevones, para luego autocompadecernos.
Maricas!

Juernes.


Antonita se mira al espejo, otra vez se siente un poco en esos tiempos, cuando era chiquita, allá en su casa de ladrillos desiguales, soñando con ser otra persona, con casas de pisos de mármol y materas grandotas.
-          - Marica, estás como grande, le dije, por no decirle vieja, para que te sientas así, en el fondo yo sabía que su seguridad, estaba en la afirmación de terceros, siempre te hemos dicho que eras una mujer bien bonita, te inflaron el ego, o eso creíamos.
Antonita, se dice que se siente mal, que no se siente cómoda, que se creyó el cuentico de tantos años, como dice el señor de los kiwis neozelandeses, la chica 10 y que el desapegado se lo hizo poner en duda.
-         -  Pero estuvo bien lo que le dijiste bebé, fue una estocada digna, aunque creo que te envideaste.
Roseta le aconseja “que se relaje” y se sonríe, mientras yo me toteo de la risa.
Roseta empieza hablar con el noviecito que tiene, luego se va a llorar al baño.
-          - y ahora, qué pasó marica? Le pregunté entre fastidiada y culpable. Me dice que el man sigue envideado con la exnovia, que ella piensa que sigue como pensando en ella, que aparte sabe que el man la compara con ella. Mmm, ¿y uno qué dice en esos casos?, de una pensé en lo que diría la Ratona, “parce, no se envidee, eso son maricadas, si el man piensa en otra pues mándelo a la mierda, o cómaselo y luego cuando le salga plan con otro póngale los cachos y se burla de él en silencio….” Obvio, no le iba a decir eso, no estaría bien, además con lo pendeja que es, fijo me hace caso y después más drama.
Antonia sigue llorando, sabe que no le llena el estándar, creo que lo que más le pudre del tema es que el gamer no la vea como ella está convencida que los demás la ven.
-          - Marica, lo que te duele realmente es tu ego.
Roseta sigue llorando, el desapegado de verdad le da donde más le duele.
-          - Marica y qué piensas hacer? Te alejarás como dices cada vez que algo de él te molesta? Recuerda que al man le da la misma si se agarran o si te vas o no. Parce fue realmente mala la conversación o te envideaste tú también?

Y así, como Carrie, éramos 3 corazones rotos y emputados en su closet.

febrero 13, 2019

Novenario


Volvimos a la vida hace 9 años, después de un síncope hepático, pulmonar y neurológico, cada año que se aproxima esta fecha, Antonia se siente mal y me abraza en las noches, piensa en lo mucho que extrañaría mis uñitas cortas y mis tatuajitos de colores. Me he venido tomando las cosas poco a pecho, soltando y sobretodo riéndome de las que me pasan, la vida con humor me digo, y sí, otra vez después de los dominguicidios, las resacas y la cantidad de stalkeadas que me han cometido, puedo decir prueba superada, yo y mis apeguitos, creer que siento cosas cuando solo lleno vasos vacíos con sabores, olores, besos, llamadas, mensajes y dedicatorias en estos libros de corazones coagulados.
Puedo decir que mi agresividad no ha bajado, se triplicó, pero esa ferocidad me ha llevado a la playa reconfortante de no tener que fingir calma cuando mi cabeza me exige romperme contra la pared (eso resulta bueno).

2019
Otra vez aparece en la escena el portador de cuchillos y calaveritas, haciéndome reír y cocinándome cositas increíbles, dándome besitos debajo de las cobijas y jugando a la casita. Bonitos días me esperan, mientras damos paseos con mis perritas y dormimos juntos cada noche.

enero 10, 2019

Antonita te voy a enamorar, Antonita no se quiere enamorar


Siempre había pensado que después de la decepción era necesario pasar un tiempo con mi Antonita destructiva,  quemando camas y colchones, destrozando a batazos los vidrios de la casa, desocupando botellas de veneno, jugo, coca cola, alcohol, o todas las anteriores, en un divino coctel parecido a una bomba molotov, luego, encender un malborito gold y esperar a que todos los órganos internos estallasen en una sinfonía de tripas y sangre, mientras se compartían algunas drogas sintéticas con prostitutas, punkies y una que otra ovejita descarriada o almita perdida de chapinero.
Antonita trató de hacerme subir el ánimo entre revistas de moda, compras, mensajes y cartas de amor, me hizo un listado de números de emergencia emocional, que finalizaba con más de una docena de buenos y gentiles chicos que podrían sacarnos a pasear.

-          Ahora no Antonita, tengo resaca, me duelen las rodillas y los ojitos
Antonita seguía corriendo por la casa, como un torbellino, corría los muebles, se comía la comida y la vomitaba después, molestaba a las perritas y creía que nadie la veía, pero todos sabemos cómo es ella cuando necesita que le presten atención.
-          Antonita, no quiero jugar ahora, me duelen las rodillas y los ojitos



-         -  Llamaba a saludarte y a saber cómo estabas, eres una mujer maravillosa, tienes mucho que ofrecer y me habría gustado conocerte en otro momento para mostrarte una mejor versión de mí, no sé si después en un futuro volvamos a hablar, el mundo da muchas vueltas, no sé que nos depara el futuro…



Antonita ignoró mis advertencias y empezó a jugar con la listica, engatusando incautos, poniendo trampas a ratitas, envenenado las fresas con crema, haciendo trucos de magia con pañuelos, torciendo los ojos y lanzando besitos al aire.

Antonita te voy a enamorar, le decían y ella solo asentía mientras esperaba cartitas de amor en botellas desde el mar; Antonita te voy a enamorar, le decían y ella solo corría entre las sábanas; Antonita te voy a enamorar, le decían y ella solo jugaba al amor, a querer, a dejar su olor en todas las superficies aterciopeladas.

Antonita no se quiere enamorar.