Antonita se mira al espejo, otra vez se
siente un poco en esos tiempos, cuando era chiquita, allá en su casa de ladrillos
desiguales, soñando con ser otra persona, con casas de pisos de mármol y
materas grandotas.
- - Marica, estás como grande, le
dije, por no decirle vieja, para que te sientas así, en el fondo yo sabía que
su seguridad, estaba en la afirmación de terceros, siempre te hemos dicho que
eras una mujer bien bonita, te inflaron el ego, o eso creíamos.
Antonita, se dice que se siente mal, que no
se siente cómoda, que se creyó el cuentico de tantos años, como dice el señor de
los kiwis neozelandeses, la chica 10 y que el desapegado se lo hizo poner en
duda.
- - Pero estuvo bien lo que le
dijiste bebé, fue una estocada digna, aunque creo que te envideaste.
Roseta le aconseja “que se relaje” y se
sonríe, mientras yo me toteo de la risa.
Roseta empieza hablar con el noviecito que
tiene, luego se va a llorar al baño.
- - y ahora, qué pasó marica? Le pregunté
entre fastidiada y culpable. Me dice que el man sigue envideado con la exnovia,
que ella piensa que sigue como pensando en ella, que aparte sabe que el man la
compara con ella. Mmm, ¿y uno qué dice en esos casos?, de una pensé en lo que
diría la Ratona, “parce, no se envidee, eso son maricadas, si el man piensa en
otra pues mándelo a la mierda, o cómaselo y luego cuando le salga plan con otro
póngale los cachos y se burla de él en silencio….” Obvio, no le iba a decir
eso, no estaría bien, además con lo pendeja que es, fijo me hace caso y después
más drama.
Antonia sigue llorando, sabe que no le
llena el estándar, creo que lo que más le pudre del tema es que el gamer no la
vea como ella está convencida que los demás la ven.
- - Marica, lo que te duele realmente
es tu ego.
Roseta sigue llorando, el desapegado de
verdad le da donde más le duele.
- - Marica y qué piensas hacer? Te alejarás
como dices cada vez que algo de él te molesta? Recuerda que al man le da la
misma si se agarran o si te vas o no. Parce fue realmente mala la conversación
o te envideaste tú también?
Y así, como Carrie, éramos 3 corazones
rotos y emputados en su closet.