junio 10, 2006

Amputación


Mi Aurelita me detesta, me odia.

Aurelita se aburrió de esperar a que el sol llegará todas las mañanas conmigo y mi guayabo.

Aurelita se mamó de mi y de mis pastillas, mis líquidos y mis secreciones.

Sé que se siente lastimada, lo sé por que me duele mucho mi brazo derecho, es como si intentara salir corriendo de mi cuerpo, desmembrarme dolorosa y radicalmente , por eso sé, que ella saldrá de mi vida, solo que creo que será antes del fatídico y último julio.

No quiero que escapes con mi brazo derecho.
Al menos déjame un pedazo un dedo, al menos una falange o una uñita para morder.
No te vayas, no huyas, no te escondas, que no sea la última, te lo suplico

No quiero estar amputada, no quiero que me faltes, o esta bien, hagamos un trato:

- llévate mi brazo pero al menos tráelo de visita de vez en cuando, pero ven con él y juguemos los tres en estas playitas freudianas.

Por favor Aurelita, no me dejes, sabes que no soportaría que me faltaras, a menos de que te fueras a tener sexo con la muerte, contra ella no compito, es más, me uniría al formar un triángulo perfecto.

Por favor, Aurelita, déjame verte asi sea la última vez, pero que sea eterna, que cuando te bese en las mañanas y veas a nuestros hijos sientas que no volví a fallarte, déjame demostrarte que puedo aprender a cocinarte cadaveres y mariposas, déjame demostrarte día tras día que un martini + un café +un cigarrillo se mezclan mejor que un vaso con agua tibia sin tí.