junio 24, 2006

Verás que todo es mentira,
verás que nada es amor,
que al mundo nada le importa...
¡Yira!... ¡Yira!...
Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor.


se acabaron las uñitas para morder
se regó la sangre de las arterias
se acabaron las ganas de respirar
se cansaron los labios de sonreír

los ojos renuncian a la luz del sol

se acabaron las ganas de fumar
las piernas no quieren moverse más
las manos no volverán a acariciar
los brazos no quieren abrazar
la boca se niega a producir sonido alguno

no habrán más:
malas interpretaciones...
disculpas
lagrimas
ruegos
humillaciones


me decían tus ojos muy silenciosamente:
- no tienes corazón...

te respondo ahora...
- si, alguna vez hubo uno en este cuerpo, lo recuerdo, latía al sonido de tus pasos, funcionaba bien a tu lado mientras veíamos las nubes...

pero un día decidió huir, corrió hacia tus brazos, solo que nunca te dejaste alcanzar, mientras girabas buscando nuevas fotos para tu memoria y mientras buscabas problemas inexistentes para encontrar algo que resolver y algo en que ocuparte y llamar la atención de tu pequeño gran universo, él murió en el intento de conseguirte realmente, en la desesperada misión de ofrecerte todo... hasta sus errores...


ahora solo estoy yo, mis vísceras y un cadáver putrefacto que acompaña a la oreja en formol, mientras tu conversas con las almohadas de cualquier cama, conocida o desconocida.