octubre 06, 2006

Sin título

Esta mañana desperté con unas enormes ganas de llamarlo, de escuchar su voz pero luego colgar el teléfono para no tener que responderle nada - si, lo sé, es muy infantil, pero quién ha dicho que yo no soy una niña-

No se si es por el exceso de estimulantes o por la ausencia de sueño de esta semana, pero extraño sus estupideces, extraño sus besos y extraño su sonrisa.

Ayer caminaba por el centro y vi a un hombre muy parecido a él, cogido de la mano de una niña, y no pude evitar imaginarme como reaccionaría si lo viera así con una mujer; pero también pensé en que lo mejor que podía hacer por mi corazón solitario -aunque suene masoquista- es imaginarlo enamorado, feliz, dichoso, al lado de otra fémina que lo acaricie y lo bese mejor de lo que yo lo hacía, no pude evitar sentirme miserable, sentirme abandonada por la suerte y desechada gracias a la ira de Dios.

Y no es que quiera tenerlo a mi lado de nuevo, no es que quiera seguir compartiendo mis días con él, es solo que no estoy acostumbrada a estar sola, jamás lo he estado, siempre, desde hace más de 8 años he tenido alguien detrás, esperando que mi corazón esté libre, sé que ahora no es la excepción, pero la diferencia es que ahora no quiero estar con nadie, sé que suena contradictorio, pero no quiero conocer de nuevo, besar de nuevo, acariciar de nuevo para después saber que se acabará la magia y que tendré que cosechar el mismo terreno con otra persona, no quiero ser más novia, ni amante, ni nada que involucre ni mi cuerpo, ni mis sentimientos.

Estoy cansada de fingir, de hacerme creer que son perfectas mis parejas solo por ocultar mis errores y terminar en un limbo solitario en el que solo yo creo tener la razón y estar haciendo lo correcto aún tomando las decisiones equivocadas.

Esta lección que me está dando la vida es dura, pero creo que es la más importante y la que no debo olvidar, creo que debo aprender a conocerme y a quererme, por que he jugado a estar enamorada millones de veces, pero he olvidado enamorarme del ser más importante de mi mundo – yo-.

Me da mucha nostalgia -debo reconocerlo- estar sola mientras los seres que dijeron amarme se regodean en aparente felicidad, pero en el fondo mi ego no me permite emitir más que sonrisas al verlos felices con otras personas y no es que no me alegre realmente, es solo un poco de envidia, por que he tenido todo para que la alegría me arrastre, pero he cometido grandes errores y me han lastimado mucho, por eso siempre tengo anclado el corazón en una orilla donde solo la suspicacia me permite sobrevivir y lanzar los dados a mi favor.

Sé que extraño a este ser infame que me ha lastimado tanto pero que a la vez me ha hecho la mujer más feliz del mundo, sé que quiero que sea solo para mí, pero soy conciente de que jugamos con fuego y se nos salió de las manos tanto amor y que nunca volverán aquellos meses felices en los que creíamos en que solo la muerte nos separaría, hoy sé que no es así, hoy sé que al estilo darwiniano, el amor es para los más fuertes, y mi gran debilidad es que no me quiero tanto como espero querer a los demás, así que tomaré impulso y me prepararé para la contienda.

De pronto te encuentre amor mío en un nuevo round y esta vez no salgamos noqueados, o de pronto en una próxima vida

–cuando seamos gatos-…