mayo 31, 2009


Hoy ya no quiero ser ni princesa, ni bailarina, ni domadora de abejas africanizadas, hoy no quiero ni helado de vainilla, ni gomas de osos, ni cerezas en almíbar. Deseo tener un sótano en el cual meterme por unos días mientras se destruye y se vuelve a construir mi mundo, mientras, estas orugas que quedaron en la puerta cuando la cerraste de salida, se convierten en mariposas de nuevo y me despejan el camino con bonitos colores. Quiero estar con una luz aromatizada, hipnotizándome, mientras mi cuerpo va expulsando las agujas que me serviste en el chocolate del desayuno, una por una. Quiero salir de nuevo cuando las escamas y las espinas de los peces muertos hayan servido de abono para los arbolitos de manzanas que queríamos sembrar hace unos meses.
ahora me saco el veneno de las piernas y me sobo las heriditas con un poquito de mertiolate, salgo de mi casa ahora siempre con agujita e hilito dorado lista para reparar mis vestidos llenos de polillas