Siempre había pensado que después de la decepción era
necesario pasar un tiempo con mi Antonita destructiva, quemando camas y colchones, destrozando a
batazos los vidrios de la casa, desocupando botellas de veneno, jugo, coca
cola, alcohol, o todas las anteriores, en un divino coctel parecido a una bomba
molotov, luego, encender un malborito gold y esperar a que todos los órganos
internos estallasen en una sinfonía de tripas y sangre, mientras se compartían
algunas drogas sintéticas con prostitutas, punkies y una que otra ovejita
descarriada o almita perdida de chapinero.
Antonita trató de hacerme subir el ánimo entre revistas de
moda, compras, mensajes y cartas de amor, me hizo un listado de números de
emergencia emocional, que finalizaba con más de una docena de buenos y gentiles
chicos que podrían sacarnos a pasear.
-
Ahora no Antonita, tengo resaca, me duelen las
rodillas y los ojitos
Antonita seguía corriendo por la casa, como un torbellino,
corría los muebles, se comía la comida y la vomitaba después, molestaba a las
perritas y creía que nadie la veía, pero todos sabemos cómo es ella cuando
necesita que le presten atención.
-
Antonita, no quiero jugar ahora, me duelen las
rodillas y los ojitos
- - Llamaba a saludarte y a saber cómo estabas, eres
una mujer maravillosa, tienes mucho que ofrecer y me habría gustado conocerte en otro
momento para mostrarte una mejor versión de mí, no sé si después en un futuro
volvamos a hablar, el mundo da muchas vueltas, no sé que nos depara el futuro…
Antonita ignoró mis advertencias y empezó a jugar con la
listica, engatusando incautos, poniendo trampas a ratitas, envenenado las
fresas con crema, haciendo trucos de magia con pañuelos, torciendo los ojos y
lanzando besitos al aire.
Antonita te voy a enamorar, le decían y ella solo asentía
mientras esperaba cartitas de amor en botellas desde el mar; Antonita te voy a
enamorar, le decían y ella solo corría entre las sábanas; Antonita te voy a
enamorar, le decían y ella solo jugaba al amor, a querer, a dejar su olor en
todas las superficies aterciopeladas.
Antonita no se quiere enamorar.