diciembre 17, 2005

Manos Vacías

Un dolor muy inmenso rodeaba el diminuto cuerpo del ángel, reía y se mostraba fuerte, pero solo él sabia la inmensa tristeza en la que se sumía su alma. Su voz entrecortada, expresaba los últimos lamentos de su corazón y de nuevo sus ojos se llenaron de lagrimas, pero en esta ocasión incluso sus pulmones se negaban a respirar, simplemente no deseaba seguir amando; pensaba en todos los recuerdos de su amada reina y eso solo provocaba más y más sufrimiento; por una parte se sentía aliviado por que su amado ser descansaría en un mejor lugar, en aquel bosque en el que la bailarina, la princesa y la niña visitarían mas temprano que tarde; de alguna manera le consolaba, pero solo un poco, pensar que al caminar entre las raíces de aquellos milenarios árboles encontraría a Fiorella la reina de su corazón.
Mientras tanto debe conformarse con seguir en búsqueda de un nuevo motivo que le permita respirar, aunque ya no se sabe si desea hacerlo, se pregunta constantemente ¿que sentido tendría, encontrar tan preciado tesoro, pasar las más grandes travesías y después perderlo?... el ángel miro sus manos de nuevo… como siempre…están vacías…