mayo 23, 2011


Si, ansiedad, puede ser,  ¿miedo? un poco si, ¿ganas de salir corriendo? No, creo que eso ya no  a menos que sea con él cogido de mi mano. Y es que son tan frías las tardes bogotanas cuando se está vacío por dentro, la esperanza se reduce a rogar que no amanezca nunca para no empezar la rutina de todos los días. Él en mi vida siempre es un baño de agua tibia, la casa, la comida dónde la abuela, el olor a manzana fresca y las cobijas acolchonadas. La vida se reduce a la aparente perfección, a la queja de los pequeños tropiezos de los días ya que no tengo problemas de magnitudes reales.