julio 24, 2011

Exorcismos

Llorar y llorar, que constante verbo en mis escritos y en mi vida, ahora no lloro tanto, creo, la tranquilidad obligada para evitar la desesperación me ha funcionado muy bien junto con la ocupación para evitar la preocupación. Por otra parte extrañar, regresar, retornar y repetir para acabar de nuevo ya no los tengo en mi lista de prioridades y trato de no conjugarlos de ninguna manera.
Me dice mi mamá que parte de crecer es dar consejos a los demás sobre la vida, mientras la mía siempre ha sido un desastre, un hermoso desastre, un caos ordenado con mis reglas y mis antojos, donde ya no comparto mis tesoros escondidos con los demás y donde solo yo sé hacer crecer orquídeas entre la ropa sucia. Me duele ver a las personas que quiero sufrir, por unas formas casi humanas sin corazón, que quieren arruinarles el camino y quitarles la sonrisa, estuches bonitos,, unos, otros menos agradables, pero que han hecho infelices a mis preciados hermanos de espíritu y trataron en el pasado de hacerme infeliz a mí también.
Sé que varios de esos engendros visitan este blog, sé que varios aparecen entre las sombras y se ocultan bajo las sonrisas y las llamadas repentinas de saludo o cosas similares, pero sólo esperan que demos la espalda para colgarse en nuestros cuellos para chuparnos la energía y la sangre, me encantaría impedirles que existieran, que regresaran a la vida en nuestros recuerdos, que renacieran en la memoria de los días que nos robaron y finalmente exorcizarlos de nuestras mentes para siempre…
Animo amiguitos todo en esta vida se supera….