El club de la mala suerte está formado por varios conocidos a los que la suerte se les escondió…
Todos hemos sentido que muchas veces nos levantamos con el pie izquierdo, entonces nos caemos de la cama, nos resbalamos en el baño, nos estrellamos contra algún mueble entre dormidos o nos quemamos la lengua con el primer sorbo de la bebida del desayuno…
Así comienza mal un día, pero otras veces creemos tocar el cielo con la punta de los dedos en un instante y al otro estamos de cabeza en el averno.
Algunas cosas se salen de las manos, es como si una nube negra de relámpagos nos siguiera, llenándonos de desgracias y empapándonos de pies a cabeza durante varios días...
Como si hubieramos pasado bajo mil escaleras abiertas o hubieramos roto todos los espejos de la casa...
Así le sucedió extrañamente a todo el club de la mala suerte, uno tras otro fuimos regando el frasco de sal y ahora estamos muy necesitados de un milagro…
- Una visitita a la tienda del indio amazónico nos saca de esta [yo].
- De una, pero es urgente [Aurelita].
- ¿Me llevan? [Ramirito].
- Si hay alguien que necesita de ese brujo es él; aunque no creo que sea suficiente con jaboncitos y menjurjes, lo que el necesita es un exorcismo… [Pienso en voz baja].
Una tienda esotérica, nos miramos y decimos:
-acá entraremos… [triples risas de resignación].
Ahora hay unos nuevos integrantes del club, pero sé que el más destacado es Ramirito, para el es este post:
* Recuérdalo mi querido Ramirito las cosas malas siempre pueden ser peor, no es un consuelo pero mi mano estará para levantarnos juntos de esta racha de suerte putrefacta…
